
Enderezandome me acerco la mesa, cojo el lapiz, el papel se acerca solo a mis manos y todo cobra vida, fluidos y finos hilos de pintura llenan el papel, poco a poco van cogiendo forma, la forma de una cara, cuernos, perilla y un cigarrito de la risa entre los labios, terminado observo mi dibujo en blanco y negro mientras mis manos lian una de las multiples llaves hacia la eternidad.
Ya perfilado, sombreado y rematado, el diablo del pecado esta listo, su mirada es una mezcla de lujuria, tentacion y placer, mirarlo fijamente hace que cobre vida, se meta entre tus neuronas, cortando toda conexion con la unidad personal, tu alma se covierte en ese demonio, flotando entre nubes de humo blanco aromatizado, enciendo una barrita de incienso y otro cigarrito de la risa que mis manos liaron sin darme cuenta, me apoyo en el respaldo del sofa, cojo el mando de la minicadena, es el momento del relax, lo enciendo y suena el reggae, mi alma y el espiritu demoniaco se marcan un baile al ritmo de la musica, mi sonrisa demuestra mi felicidad.
Agotado me levanto, es momento de que me de el aire, recogiendo mis cosas y devolviendo al demonio al papel salgo a la calle, sol, viento, gente, no me fijo en esas cosas, pues es demasiado materialista, ahora mismo a dos millones de kilometros de la tierra, puedo ser todo menos materialista...
Irie & Bless
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